sábado, febrero 04, 2006

Ladrón calculador

Personajes:
Andrés, estudiante de Artes de una universidad publica, rebelde como todos los jóvenes que logran ingresar a universidades similares en Latinoamérica y se creen únicos. Creen que podrán llegar a ser el Che Guevara, pero le gusta la coca cola y ver animados de disney, además de comer Big mac y ver toda la televisión gringa que puedan.

A las 8 de la mañana, Andrés salió como todos los días a tomar el bus rumbo a su universidad que se encontraba al extremo opuesto de la ciudad, Antes, su padre con quien vivía, le entregó 5 mil pesos, la cantidad exacta para ir y regresar de la universidad.
-No tengo más- se excusó.

En la esquina de su casa, se sentó en el paradero a leer fotocopias de algún libro viejo escrito por uno de sus decrépitos profesores. Mientras leía, pensaba que debería estar leyendo literatura clásica o historia del mundo, y no el ego comprimido en 300 paginas por profesores egresados de la misma universidad, donde se alababa y mostraba que la teoría propuesta era única e irrepetible, por el simple hecho de ser escrita por un “renombrado Profesor de la universidad pública de más prestigio en la región”.

Abstraído en la lectura y en sus egoístas pensamientos, empezó a sentir que algo le punzaba el alma, una punta metálica lo presionaba desde la espalda y en su pensamiento imaginó que era la conciencia pesándole. El dolor se intensificó y una palabra pronunciada muy cerca de su oído lo terminó sacando de su abstraída imaginación Narcisa – odiosa.

- ¡Quiübo Gonorrea, pasame lo que tengas! -

Un chuchillo oxidado presionaba sus costillas y el olor a sudor añejo de aquel ladrón oportunista penetró hasta los huesos de su nariz refinada.

- Entonces que mariquita. ¡Que te bajes del billete YA! – Gritó el ladrón-

En medio de la adrenalina y la realidad, solo pudo balbucear

- Huy hermano, como me vas a dejar sin lo del bus.

El ladrón con un tono más amigable y tranquilizándose respondió:

- Y a mi que me importa, si vos sos un riquito y tenés mucho, yo siquiera he desayunado.-

Andrés, echando mano de sus cortos conocimientos de sociología, demografía y pobreza en la ciudad, trata de retóricamente convencer al ladrón de que él también es pobre y que uno no debe robar a los pobres sino a los ricos. Su intento surte efecto en el ladrón quien echando mano de su astucia retórica de barrio barato dice:

- Huuy panita, pero es que tengo un hambre y usted ya desayunó, yo en cambio tengo a mis dos niños en la casa sin comer nada y acuérdese que uno debe aprender a compartir entre pobres.

Andrés entonces le explica rápidamente que solo tiene un billete de 5 mil pesos (mostrándolo) y que es lo justo para ir y volver de la universidad.

El ladrón piensa unos instantes y después de hacer cálculos matemáticos le sugiere que cambien el billete y “partan” sus diferencias.

Andrés, en medio de su cuasi-tranquilidad hace recuento de su situación:

Piensa en que si tiene para llegar a la universidad, algún compañero le prestará para devolverse en la tarde, además su posición de poder frente al ladrón es mínima, (Hay un arma de por medio) ejerciendo presión psicológica… espere mas.

Introducción:


En una ciudad plagada por la violencia con estadísticas tan impresionantes como un país en guerra, en medio de la violencia ilógica e irreversible, encontramos historias que nos permiten dilucidar modos de pensar y aplicar la ética de maneras extrañas, extravagantes e incluso irracionales.

Estadisticas de violencia en Cali y en otras partes del mundo.

Explicar como uno(el escritor) que vive en la ciudad, no se siente amenazado por la violencia, ha aprendido a vivir incluso a disfrutar la violencia, la influencia de esta marca la vida de todos y nos inmuniza frente al dolor propio y ajeno.

Yo, que vivo en una de las ciudades con más violencia del país, no la siento. ¿Por qué?

Otra lógica extraña que se ve en la ciudad, es como muchas personas se van convirtiendo en replicadores de violencia a través de su quehacer diario, por ejemplo, el artista plastico Rosemberg Sandoval, Profesor de la Universidad del valle, nos representa una sociedad crecida en la sangre, la enfermedad y el delirio, con sus puestas en escena, donde podemos apreciar sondas ensangrentadas o con orina saca de de quien sabe que sala de emergencias de un hospital, o sus cortes reales sangrando en su propio abdomen. Resultado, segun él, de su desarrollo infantil al lado de la entrada de emergencia de un hospital en la capital del Valle del Cauca.

Un cineasta gringo muy famoso, por ejemplo, ha puesto sus ojos en la violencia extraña y retorcida que se desarrolla en nuestro país. Quentin Tarantino a través de sus peliculas que describen la violencia de manera descarnada y realista, en varias escenas de sus peliculas hace referencia a Ciudadanos colombianos que viven y disfrutan de la violencia.

En el filme PULP FICTION (1994) con John Travolta, Uma Thurman, Samuel L. Jackson, Tarantino muestra una escena de una mujer taxista que se exita al ver a un boxeador asesino que acaba de matar a golpes a otro, cuando el boxeador le pregunta si es mexicana, ella responde: No, colombiana.

En Otro filme del que tarantino, fue su guionista, "Curdled". Una chica colombiana quien disfruta de limpiar escenas de crimen en Los angeles, se ve envuelta en un extraño encuentro con un asesino en serie. esta referencia y otras más,muestra a los colombianos, no se si real o irrealmente como personajes violentos o con permisividad con la violencia.